Si echamos la vista atrás, el término “caja tonta” era común para describir el poder de la televisión tradicional en sus audiencias, incluyendo a los más jóvenes. Sin embargo, hoy en día las nuevas generaciones ya no se sientan frente al televisor en horarios predeterminados para ver sus programas favoritos. Ahora los ven cuando quieren, en el dispositivo que prefieren, especialmente en el teléfono móvil.
Mientras que el consumo de televisión tradicional ha disminuido en las últimas décadas, sobre todo desde 2013, el público joven sigue consumiendo contenido audiovisual, pero lo hace de una manera diferente: de forma más rápida, fragmentada y bajo demanda. Entonces, ¿cómo están respondiendo las televisiones generalistas a este fenómeno para intentar reconectar con las audiencias juveniles?
La generación Z prefiere los contenidos de corta duración, conocidos como «contenidos snack». Este tipo de contenido se encuentra en plataformas como TikTok e Instagram, donde los videos suelen durar desde unos segundos hasta un máximo de cinco minutos. Son fáciles de consumir, no requieren una concentración prolongada y, además, fomentan la interacción a través de comentarios, «me gusta», compartidos y la creación de contenido propio.
Ante este cambio de hábitos, las televisiones generalistas se han visto obligadas a adaptarse y competir con plataformas de streaming y redes sociales que ofrecen un consumo mucho más flexible. Para los canales tradicionales, la pregunta clave es: ¿Cómo pueden reconquistar a los jóvenes en un mundo donde el contenido a la carta y de corta duración es el rey?
La apuesta por las plataformas OTT
Un enfoque que han adoptado las televisiones generalistas es la creación de plataformas OTT (over-the-top), que permiten a los usuarios ver contenido en línea cuando quieran, sin depender de una emisión en directo. En Europa, varias televisiones públicas y privadas ya han lanzado sus propias plataformas con contenido juvenil.
Por ejemplo, en Alemania, las televisiones públicas ARD y ZDF crearon funk , un servicio de streaming dedicado a producir contenido para las redes sociales, como la webserie juvenil DRUCK , una adaptación de la popular serie noruega SKAM . En España, RTVE lanzó Playz , una plataforma con contenidos juveniles que incluyen webseries y podcasts, mientras que Atresmedia y Mediaset han seguido el mismo camino con Flooxer y MTMAD , respectivamente.
Estas iniciativas buscan rejuvenecer las televisiones generalistas y captar la atención de las generaciones más jóvenes con contenidos más adaptados a sus gustos y formatos preferidos.
Innovación en los formatos digitales.
Otro frente en el que las televisiones generalistas están trabajando es en la innovación de sus formatos digitales. Playz de RTVE es un buen ejemplo de cómo un canal tradicional puede reinventarse. Esta plataforma incluye contenido como la serie Ser o no ser , sobre un adolescente trans, así como programas sobre rap freestyle y podcasts que abordan problemas juveniles como la salud mental.
EITB, la radiotelevisión pública vasca, ha seguido un camino similar con su emisora musical Gaztea , que ofrece videopodcasts y webseries en euskera que tratan temas de interés para los jóvenes, como el acoso en la red ( #martyhilda ) o la identidad de género ( Daniel|A| ). También han innovado con series como Itsatsita en Instagram, que trata sobre una pareja que se queda “pegada” durante una relación sexual.
Estas innovaciones muestran que las televisiones tradicionales están dispuestas a experimentar con nuevos formatos para atraer al público joven, aunque los resultados no siempre son contundentes.
La competencia con los gigantes del streaming
A pesar de los esfuerzos por adaptarse a las nuevas demandas del público joven, las televisiones generalistas enfrentan una competencia feroz por parte de las plataformas de streaming internacionales como Netflix, Amazon Prime Video y Disney+. Estas plataformas han captado una gran parte de las audiencias juveniles gracias a su flexibilidad, amplios catálogos y la posibilidad de ver contenido en cualquier momento y desde cualquier dispositivo.
Un ejemplo de esta competencia es la más reciente edición de Operación Triunfo (OT), cuyas galas en directo se emiten ahora exclusivamente en Amazon Prime Video. Aunque OT solía ser uno de los programas más populares en la televisión tradicional española, su migración al streaming ha demostrado ser un éxito: en noviembre de 2023, la gala de OT en Prime Video alcanzó casi 2 millones de espectadores, mientras que en TikTok las visualizaciones diarias del programa superaron los cinco millones.
Este caso es un claro indicativo de que el futuro de los contenidos juveniles parece estar más ligado a las plataformas de streaming que a la televisión tradicional.
¿Es suficiente para atrapar al público joven?
A pesar de los esfuerzos de las televisiones generalistas por adaptarse a las nuevas formas de consumo audiovisual, la pregunta sigue siendo si estos cambios serán suficientes para atraer de vuelta al público joven.
El cambio hacia plataformas OTT y formatos digitales más cortos y dinámicos es un paso en la dirección correcta. Sin embargo, el gran desafío para las televisiones tradicionales sigue siendo la feroz competencia con los gigantes del streaming y la capacidad de ofrecer contenidos que realmente resuenen con los valores y gustos de las generaciones más jóvenes.
En resumen, mientras que las televisiones generalistas están dando pasos importantes para captar a la audiencia joven, el camino hacia el éxito será largo y requerirá de una innovación constante y la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios en los hábitos de consumo de las nuevas generaciones.